Falleció el “Mono” Raúl Ramón Díaz, periodista e historiador. Un hombre de activa participación social en Justo Daract. Todo un personaje de la provincia de San Luis.
Raúl Ramón Díaz fue docente, periodista, dirigente, escritor, historiador pero por sobre todas las cosas fue un ser humano que dio su vida por su querido Justo Daract.
Tuve la suerte de trabajar durante varios años a su lado. Siempre supimos y tuvimos en claro que el “Rulo” no vacilaba un instante si en algún momento su pueblo, su gente lo requería: él estaba siempre ahí.
Hay miles de ejemplos que lo pintan como el tipo servicial, bondadoso y humilde que siempre fue.
Un domingo, en Villa Mercedes hacía más de 40°. El calor era infernal. Raúl fue a la cancha de Jorge Newbery y a mi me tocó ir a la de Sportivo Pringles. Al finalizar el fútbol nos juntábamos en la Agencia del Diario ubicada en Pedernera y Pescadores.
Ese día, estábamos como siempre su querido amigo y fotógrafo José Sombra, y un compañero de tareas más que había pasado a compartir unos momentos con nosotros.
En un momento dado y con apuro por el cierre de la edición llegó Raúl. Casi, no hubo tiempo para que llegase al fondo de la redacción. Un preinfarto lo hizo desvanecer en los sillones, él lejos de asustarse dio el material periodístico alcanzó a dar indicaciones y luego la ambulancia y los médicos no lo dejaron seguir porque el corazón le estaba dando un alerta más que importante.
Ese era Raúl Díaz. El periodista de la calle. El que jerarquizaba a cada instante la información. El nexo ideal con la gente. A Raúl Díaz, todo Justo Daract lo leía, lo escuchaba o lo veía.
Por eso, el reconocimiento de El Diario de la República como destacado del año fue un premio a la persona colaboradora, amiga y compañera que siempre fue.
Es cierto, el “Mono” nos dejó fisicamente, pero también es muy cierto que desde el cielo va a seguir protegiendo y cuidando a su querido Justo Daract.
Los hombres hacen grandes a las instituciones, a los pueblos y no tengo dudas de que Raúl escribió la historia de su ciudad con hechos, presencia y personalidad.
Ya empezamos a extrañarte, querido colega.
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