Caso Quaranta: una testigo halló el cuchillo con sangre que la Policía no vio

Estaba en la escena del asesinato de madre e hijo. Lo encontró luego de tres inspecciones que hizo Investigaciones.

La mesa todavía estaba puesta. Y la que no alcanzó a ser la última cena quedó descomponiéndose en una olla. Así las encontró meses después Cristina Malavasi, cuando por fin la autorizaron a entrar a la casa. Aquella noche del jueves 24 de abril de 2008, seguramente Elsa Ferrayoli y Esteban Quaranta, madre e hijo, se iban a reunir de un momento a otro en el íntimo ritual de la comida. Fue la noche que los mataron.
Ese testimonio de la vida familiar destrozada en unos minutos no fue lo único que la tía de Esteban y Diego Quaranta, que declaró ayer, halló cuando entró a la casa de la calle 9 de Julio 760, entre Necochea y San Juan, meses después de los asesinatos.
También encontró un cuchillo ensangrentado que, según el forense Horacio Sosa de los Santos, seguramente es una de las armas empleadas por los homicidas.
El hallazgo de esa arma con vestigios de sangre ocurrió después de reiteradas -por lo menos tres-inspecciones a la casa realizadas por la Brigada de Investigaciones. Malavasi recordó que la Policía le devolvió las llaves de la casa y la autorizó a entrar a limpiar.